miércoles, 1 de mayo de 2019

2 ¿Por qué las presentaciones?

Mi experiencia pedagógica 

¿Por qué las presentaciones?

Al ir terminando el año lectivo y aproximarse la fecha de evaluación como docente debía de presentar algunas evidencias de trabajo. Una de ellas la elaboración de los planes de aula que, evidentemente no existían, pero; por respeto a quien tan amablemente me recibió y ofreció su ayuda, no podía mencionar la falta de estos. Fui construyendo varias propuestas, se realizaron muchas búsquedas en internet que se fueron ajustando a las necesidades de la comunidad educativa y desde luego a mis pretensiones como docente. Esta era la oportunidad de ir anexando a la planeación todas esas cosas que se incorporaban para mi experiencia laboral desde la educación que estaba desarrollando y de la cual ya llevaba un semestre recorrido. Seis meses en los que se fueron recogiendo muchas ideas tanto de las actividades desarrolladas como de los aportes que hicieron los compañeros a través de los trabajos grupales.

Durante la etapa anterior a la planeación la que llame de conocimientos previos, en los grupos superiores como 10 y 11 se enseñó las presentaciones digitales, una herramienta necesaria para grupos que en la etapa final del año deben presentar trabajos de grado y ante proyectos. Como soy de los que me gusta retar a los muchachos le inicie dando las herramientas básicas, pero para que construyeran un juego de memoria; en el aplicarían insertar imágenes, utilizar las animaciones, cambiar lo diseños y los fondos de las diapositivas, todo aquello que se utiliza en una simple presentación de diapositivas para una tarea.  Al principio los jóvenes “grandes” los que ya se iban a graduar a los que se debían (según ellos) dejar que terminaran su año de una manera tranquila, se resistían al cambio a no querer hacer las cosas, no porque no les gustara si no por una razón muy importante para ellos “¿y eso de que nos sirve?”.

Es una buena pregunta, también me la llegué a hacer antes de plantear la actividad, por eso siempre es bueno recordar experiencias anteriores y les di dos respuestas que al parecer fueron bastante convincentes. La primera respuesta algo obvia para ellos fue de que sin presentaciones no podían mostrar sus trabajos de grado ¿cómo pueden vender su producto entonces? A lo que respondieron punto a favor. La segunda respuesta la tome de un par de exalumnos quienes me llegaron a contar que ahora se dedicaban a realizar juegos lúdicos utilizando PowerPoint, de modo que les conté la historia del par de muchachos inquietos, que ahora sacaban ventaja de algo que jamás imaginaron les fuera a servir para eso y siendo sincero yo tampoco, pero falto aclarar algo y es que lo importante no era la herramienta si no la voluntad y la capacidad de creación que existía en los jóvenes de la pequeña historia.

Al fin todo marchaba no sobre ruedas, pero marchaba. Los alumnos realizaban las actividades gastando un poco más de tiempo de lo planificado, pero las realizaban, aún seguían utilizando el celular y el computador como distracciones tecnológicas y no como yo deseaba que funcionaran. La verdad es que la intensidad de uso inicio a presentar una curva descendente, no con una gran pendiente, pero ya era algo que podía decirse que daría frutos. Para esa época a los jóvenes de grado séptimo se les estaba dictando editores de texto y se utilizó como aplicación el escribir, o mejor el reescribir cuentos tradicionales. Una idea sencilla, tomar un cuento como por ejemplo caperucita, y conservando la estructura de la niña que enviada a llevar algo a su abuela es acechada por un lobo que intenta aprovecharse de ella; construían su propio cuento, contaban su propia historia de vida o tal vez imaginaban una caperucita del siglo XXX. Los resultados fueron realmente sorprendentes.

Retomando la construcción de plan de aula, la decisión fue promover el uso de herramientas ofimáticas para grados inferiores, para que a través de los años le dieran uso en las distintas materias.  Y teniendo como base los resultados de los editores de texto se quiso plantear una fusión, de este modo se plantearon tres actividades con las cuales los alumnos aprendieran las herramientas básicas. Utilizando las presentaciones, los jóvenes desarrollarían actividades a modo de reto, como: el juego de memoria, hacer que un medio de transporte como un automóvil, avión o helicóptero realice un movimiento, que un par de personajes tengan una conversación, cualquier cosa que pueda simular la realidad. Y después de aprender el manejo de las herramientas y de utilizar la creatividad sería muy sencillo que ellos elaboren una presentación de diapositivas para presentar un producto o sencillamente sus tareas.

Al desarrollar la secuencia se detecta que hace falta el producto final, entonces recordé que siendo docente de matemáticas y buscando persuadir a los estudiantes de que no somos malos matemáticos, sino faltos de interés en la materia, que lo difícil de hacer las cosas está dentro de cada uno de nosotros, siendo así; propuse la lectura de un libro, si funciono para unos ¿Por qué no funcionaría para estos estudiantes? y esa era la solución. Si logro que lean el libro y después construyan con las herramientas aprendidas una historia que resumiera lo leído, habría logrado lo que se había soñado. Al momento se conversó con la docente de lectura crítica para que ella me ayudara con la comprensión del texto y que en grupos de tres estudiantes construyeran un guion para su historia, de esta manera aprendían el manejo de PowerPoint, trabajarían de manera colaborativa y se demostraba que lo que se aprende en el colegio se le puede dar una utilidad.

Pero la felicidad no podía ser completa si los muchachos no muestran sus productos. No creo que sea suficiente solo con que el docente le dé como nota un cinco, faltaba algo más. Tratar de hacer llegar esos productos esas presentaciones de narrativas al resto de la institución y de los padres, pero ¿cómo dar a conocer lo que ellos, mis estudiantes eran capaces de realizar? Bueno si yo utilizaba un blog, ¿por qué ellos no? Creo que se había completado la secuencia. Esa era la manera que utilizaría para mostrar a los padres, lo que sus hijos son capaces de realizar, exaltar la labor que ellos hacen en las aulas, y que como estudiantes sabemos tampoco es fácil. Bueno al parecer se completó la secuencia.


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